Además de ir al taller de pintura, trato de aprovechar cada ratito libre para seguir practicando.
Antonella me mira fascinada y no hace más que preguntar: ¿Esto es para mí?
Pero si me descuido, rápidamente se sienta en el escritorio, toma los pinceles y pinta lo que tiene a la vista. En esta entrada voy a subir fotos de algunos trabajos ya terminados...